Tras las antologías de relatos “Sueños en el abismo” (2022, terror) y “Extraños mundos” (2023, ciencia ficción) el autor oscense Martín Moreno presenta su primera novela, “La noche en llamas”. Y queríamos hacernos eco de su obra conociendo más este autor novel con una entrevista en la que nos cuenta más sobre él y su obra.

¿Cómo describirías tu proceso creativo?
¿Sueles planificar toda la historia antes de empezar a escribir o dejas que las ideas fluyan libremente?
Mi proceso creativo es simple, cuando tengo una idea y me pongo a escribir dejo que la imaginación trabaje y las palabras se sucedan una tras otra tratando de describir lo que voy visualizando. Esto quiere decir que salvo esa idea germinal con la que comienzo, que puede ser un ambiente una sensación o cualquier otra cosa, todo lo demás va llegando sobre la marcha. Es muy parecido a ver una película, solo que las imágenes se proyectan en mi mente mientras escribo de forma impulsiva. Luego, en posteriores relecturas del texto (que hago varias) pulo los detalles, hago cambios, corrijo, añado cosas o podo las frases para que no meter más de lo necesario y que todo quede como yo quiero.
No es un sistema que recomiende, al no haber nada planificado de antemano se corre el riesgo de no llegar a ninguna parte tras pasarse días (o meses) de trabajo. Yo, por suerte, siempre he terminado mis historias de manera satisfactoria. Hay otros escritores que hacen esto mismo y les funciona, otros planifican cada detalle, y está claro que en ambos casos se puede llegar a buenos resultados. A mí de momento el dejar las ideas fluir libremente me sirve y me da mucho margen creativo puesto que cada vez me pongo a escribir puedo variar el rumbo, no existen ataduras de ningún tipo.
¿De dónde proviene la inspiración para tus historias de terror?
¿Hay algún acontecimiento personal o vivencia que te haya marcado de manera especial?
Siempre hay una primera idea con la que se enciende la mecha, aunque suele ser imprevisible y puede venir de cualquier parte. A veces es una canción o un disco que estás escuchando lo que te lleva al estado de ánimo propicio para escribir, entonces comienzas a teclear y esas sensaciones abstractas acaban por dar vida a alguna historia que probablemente no tendrá nada que ver con lo que estabas escuchando. Otras veces es una imagen la que te transporta a un mundo inspirador, o algún libro o frase que lees y te aporta la motivación que necesitabas para crear. Por otro lado hay inspiración que surge del propio pensamiento o de vivencias personales, aunque en mi caso lo moldeo todo hasta convertirlo en literatura fantástica, es decir, ajena a la realidad. La inspiración puede surgir de lugares inesperados también. Nunca sabes qué será lo siguiente que se te pasará por la cabeza.
¿Qué métodos utilizas para mantener la motivación y la disciplina en el día a día de la escritura?
¿Tienes alguna rutina que te ayude a la hora de sentarte a escribir?
No tengo ningún método ni disciplina, escribo cuando puedo y si me apetece. Eso sí, cuando tengo alguna historia en marcha procuro no dejarla de lado e intento escribir un poco cada día (cosa que no siempre consigo). Una vez en el teclado, si estoy inspirado y surge la “magia”, me dejo llevar y puedo pasarme algunas horas; otras veces veo que la inspiración no llega y apenas escribo un párrafo o dos y lo dejo, cosa que me viene muy bien para desconectar y desbloquearme. Tras un descanso de un día o más, cuando retomo la tarea, las ideas suelen fluir de nuevo y recupero el tiempo perdido.
¿Cómo consigues equilibrar los elementos de suspense y terror en tus obras?
¿Recurres a referencias de otros autores o sigues tu propia intuición?
Al no planificar las historias de antemano los diferentes elementos van surgiendo conforme la trama avanza, eso sí, desde el principio suelo tener claro si quiero escribir terror, ciencia ficción u otra cosa. Por otro lado, no recurro a referencias de ningún tipo, incluso las influencias de otros autores tienen poco peso a la hora de tomar mis decisiones y desde luego no las busco deliberadamente. Si la historia me lo va pidiendo añado lo que crea conveniente sin complejos ya que no necesito seguir ninguna moda u ortodoxia. También soy autocrítico y por eso mismo si lo que escribo me gusta de veras pienso que puede haber más gente a la que le guste. De hecho el feedback que me llega es siempre bueno o muy bueno, y eso anima a seguir.
¿En qué momento decides que una idea es lo bastante sólida para convertirla en una novela?
¿Te apoyas en la opinión de lectores beta, amigos o familiares?
Hasta la fecha solo he publicado una novela, “La noche en llamas”, aunque previamente ya había publicado un par de antologías de relatos (“Sueños en el abismo” y “Extraños mundos”). Me encanta leer relatos y escribirlos, es un formato que a veces se infravalora, pese a que muchos de los más grandes autores han publicado relatos o cuentos. Yo quise pasarme al formato largo, a la novela, por dos motivos; el primero es que había lectores que me lo sugerían, y el segundo es que tenía ganas de probarme a mí mismo ya que suponía un nuevo reto y un paso adelante en mi incipiente carrera como escritor. En cualquier caso, pese a que al inicio tuve la tentación de planificar, en cuanto me puse a escribir me dejé llevar sin preocuparme demasiado, solo teniendo claro que habría que profundizar en la historia para hacerla más extensa que un relato. Al final resultó una experiencia gratificante e intensa ya que pasé mucho tiempo inmerso en la escritura y eso me hizo meterme muy dentro de la historia.
Respecto a las opiniones sobre lo que planeo escribir o estoy escribiendo, en realidad, me mantengo al margen, apenas hablo de lo que llevo entre manos. Hasta que la obra no está registrada y publicada oficialmente no revelo nada ni me dejo condicionar por nadie. A mí me resulta mucho más cómodo así, sin interferencias ni presiones de ninguna clase. De hecho el proceso de escritura es algo bastante personal y creo que es mejor dejar que siga siendo así.
¿Por qué te decidiste por la autopublicación en lugar de buscar una editorial tradicional?
¿Hubo algún factor determinante que inclinara la balanza?
Cuando estaba escribiendo mi primer libro, antes de acabarlo, estuve investigando un poco puesto que veía que el material (los relatos en este caso) era publicable. Leí acerca de experiencias de otros autores y enseguida me di cuenta de que tratar que una editorial me hiciera caso siendo un completo desconocido era prácticamente imposible y me iba a hacer perder mucho tiempo. Cuando terminé el libro, siendo además diseñador gráfico profesional, me decidí por la autopublicación ya que sabía maquetar textos y hacer portadas como es debido. Soy autosuficiente y esto me da el control de la situación, sin depender de nadie, más allá de Amazon, que es la plataforma que elegí para publicar tanto por sus facilidades como por el alcance que tiene. Es bastante sencillo hacerlo (si controlas todas las partes del proceso, como es mi caso), lo difícil es conseguir los primeros lectores e ir creciendo sin ayuda y con pocos medios.
La verdad es que nunca he contactado con ninguna editorial ni tengo intención de hacerlo por el momento, aunque en el futuro, si hay alguna oferta decente estaría encantado de colaborar con cualquiera que se interesase de veras por lo que hago.
¿De qué manera has promocionado tu novela una vez publicada?
¿Te has basado más en redes sociales, medios locales o presentaciones presenciales?
La novela la promociono sobre todo en redes sociales, principalmente porque se vende online. Presentaciones físicas no he hecho por este mismo motivo, si el libro no está en las librerías físicas ni lo vendo yo personalmente no tiene mucho sentido (y tampoco es algo que me apetezca hacer siendo todavía poco conocido). También ha habido medios que se han interesado y me han entrevistado o se han hecho eco de mis publicaciones, cosa que siempre agradezco.
¿Cómo ha sido la experiencia de crear tu propia marca personal como escritor?
¿Te ha resultado natural mostrarte y compartir tu trabajo o has tenido que vencer cierta timidez?
Realmente no he pensado mucho en crear mi propia marca personal, creo que se va haciendo sobre la marcha, poco a poco. Esto se debe a que no vivo de escribir y para mí lo más importante es disfrutar y hacer algo de lo que sentirme orgulloso. Si la cosa va creciendo trabajaré más en mi marca personal, de momento no me preocupa demasiado, incluso he de reconocer que me encanta ser autor underground y estar fuera del circuito comercial; la única desventaja que le veo es no poder ganarte la vida con la escritura, lo demás es maravilloso.
¿Qué elementos diferenciadores destacarías en La noche en llamas respecto a otras novelas de terror?
En La noche en llamas aparecen tópicos comunes a otras historias de terror y hay influencias variadas. Sin embargo, está escrita de un modo tan personal y mezcla cosas tan distintas que se acaba diferenciando bastante del resto. Puedes estar leyendo párrafos que parecen sacados de la literatura gótica clásica, con su elegancia sutil y hasta ciertas dosis poéticas, para poco después caer en el terror contemporáneo más visceral. Sin olvidar el horror cósmico y el misterio, que también están muy presentes.
Hay una casa que se podría decir que está encantada, pero la historia no tiene nada que ver con otras novelas de casas encantadas; hay una secta criminal relacionada con el mal que acecha a los protagonistas y se habla de las investigaciones policiales, pero no es un thriller al uso; hay un libro maligno que puede recordar a los del círculo de Lovecraft, pero al final la historia no es lovecraftiana; también hay momentos puntuales que pueden parecer sacados de una novela gore, aunque no lo es en absoluto. Y podría poner más ejemplos.
Creo que el gran acierto de la historia es precisamente haber conseguido meter tantas influencias sin perder la coherencia en ningún momento.
¿Consideras que aporta una visión personal o sigues más bien la senda de otros escritores del género?
No he buscado seguir ninguna senda marcada ni parecerme a nadie en concreto, solo he hecho lo que me ha apetecido, y espero que los amantes del horror y el terror en sus muchas vertientes lo sepan apreciar.
Los protagonistas, al enfrentarse a una fuerza sobrenatural, muestran diferentes miedos y reacciones. ¿Qué papel juega la psicología de los personajes en el desarrollo de la trama?
En la novela hay muchos momentos en los que se pone el foco en la psicología de los personajes. De este modo, el lector puede identificarse con lo que le ocurre a los protagonistas y, de alguna manera, puede sentir su angustia, sus miedos, sus sensaciones… Junto a los ambientes en los que se desarrolla la trama, la parte psicológica es fundamental: lo que ocurre por fuera y lo que ocurre por dentro.
Así la novela se hace muy inmersiva. De hecho, hay gente que me ha comentado que ha podido visualizar los escenarios con detalle y sentir emociones intensas a lo largo del libro. Eso es sin duda lo que busco: que la lectura deje huella y que la gente experimente lo que yo mismo experimenté al escribir.
Has mencionado en otras entrevistas la importancia de la estética y el simbolismo en la novela, especialmente en las ilustraciones. ¿Cómo integrar el componente visual en la narrativa para reforzar la atmósfera de terror?
Sí, la parte visual del libro, sobre todo la portada, es muy importante. Se trata de la carta de presentación de la obra, y el público debe sentirse intrigado o atraído por la imagen para después interesarse también por el contenido. Además, si juegas con imágenes simbólicas que pueden interpretarse de una o de varias maneras, aportas un valor extra e invitas al lector a que saque sus propias conclusiones acerca de lo que ve. Allí empieza el juego.
La portada de La noche en llamas alude a lo sobrenatural y busca un impacto visual inmediato sin revelar nada fundamental de la trama, dejando margen para que el lector pueda sorprenderse con la lectura. Todo está envuelto en un halo de misterio, desde la imagen hasta la historia. Por otro lado, la portada se diferencia bastante del resto de portadas que se hacen hoy en día en el mundo del terror, y parece que en general gusta bastante.
¿Qué esperas que sientan los lectores al terminar el libro? ¿Buscas generar un impacto duradero o prefieres dejarlos con ciertas incógnitas para que reflexionen?
Al terminar el libro, espero que a los lectores les queden imágenes potentes de lo que han leído, que se hayan metido en la piel de los protagonistas y que la trama los haya atrapado desde el principio hasta el final. Para que esto ocurra, hay que leer prestando atención, sin prisas, y usar la imaginación. Hoy en día, quienes leemos tenemos tendencia a hacerlo deprisa porque siempre hay muchos libros en la estantería aguardando su turno. Es algo habitual, pero yo recomiendo leer con calma, disfrutando de cada párrafo, metiéndote en la historia y viviendo la experiencia completa.
También soy muy amigo de las relecturas, no de forma sucesiva, sino pasado un tiempo. A veces ayuda a fijarse en cosas que la primera vez pasaron desapercibidas.
Por otro lado, siempre me gusta que queden incógnitas o temas sobre los que se pueda reflexionar más allá de la lectura. Lo hice en el pasado con muchos de mis relatos y lo he hecho también en La noche en llamas, aunque eso es algo que cada lector debe descubrir por su cuenta. Esto no impide que se pueda hacer una lectura lúdica de la obra, sin más pretensiones, y disfrutar igualmente. Son como dos caras de una misma moneda: por un lado, tenemos la parte objetiva (lo que se cuenta), y por el otro, la subjetiva (lo que se puede inferir) que cada cual ha de interpretar según sus inquietudes y conocimientos.
Gracias por la entrevista.
Gracias a vosotros.

Selena ha desaparecido una noche de tormenta y Aurora, su madre, tiene un mal presagio que poco a poco se irá revelando en todo su horror. Un viejo libro hallado en la habitación de la chica parece esconder el secreto de lo ocurrido y la mujer, al margen de la investigación policial y de su familia, tendrá que atravesar el velo de la realidad para adentrarse en el mundo de negrura donde está atrapada su hija. En este viaje al más allá la ayudarán Ólver y el profesor Bernat, conocedores del culto criminal que ha alimentado las páginas del libro. Pero la tarea no será fácil, la entidad que hay detrás de esas hojas malditas se ha apoderado de la casa de Aurora y pronto extenderá sus llamas negras por nuestro mundo.
Mientras tanto, la silueta de un gato negro se desliza entre las sombras…
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